Teatro Municipal: Editorial

EL TEATRO MUNICIPAL TAMBIÉN ESTÁ AFUERA DEL TEATRO MUNIPAL

Encontrarse de pronto ante el Teatro Municipal es enfrentar un testimonio imponente de otra sociedad: la del centenario de la nación. ¿Qué nos dice semejante edificio de aquella ciudad? En principio, que en aquel presente el futuro ocupaba un sitio fundamental, capaz de alojarnos cien años después. Si miramos con atención, también nos dice que esa sociedad tenía a Europa como medida de casi todas las cosas y que estaba constituida desde una jerarquía social mucho más asimétrica que la nuestra.

Es que casa sociedad arma su propio teatro. Por eso celebrar el centenario del Teatro Municipal es celebrar que hoy sea un espacio abierto, democrático e integrado a toda la ciudad. Al igual que con la historia del país, esta apertura no fue gradual y constante: hubo idas y vueltas, cortes e interrupciones como durante la última dictadura militar cuando el teatro permaneció varios años clausurados.

Pero hubo también varios ocasiones en favor de este teatro dinámico y plural, como cuando César Avanza y miguel López Francés, desde el Instituto Tecnológico del Sur, empiezan a administrar los asuntos culturales como tema público, o cuando un teatrista como Cocó Martínez, quien creía en el arte como herramienta política de transformación, presenta la “Cantata Santa María de Iquique” en 1973, con marcha posterior de actores y público por la avenida Alem, o cuando Dardo Aguirre, en medio de la recuperación democrática, concreta el Teatrazo y el primer Encuentro de Teatro Antropológico en calles y plazas de la ciudad.

Esa memoria, que dice que la verdadera función del teatro pasa siempre afuera del teatro, es parte vital de este presente.

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